domingo, 28 de julio de 2013

EL HUERTÍN EVOLUCIONA

¡Hola Nomo-cultores!

Tal y como os contábamos en la entrada anterior, hoy os desvelaremos nuestra fórmula ecológica anti-caracoles-come-lechugas. Los caracoles son una plaga que puede tener consecuencias muy desagradables en nuestro huertín, ya que son muy voraces y pueden dejar las plantas sin una hoja en un momento.

Gracias a Internet conocimos una interesante técnica que, por lo que parece, da muy buen resultado... ¡la cerveza! Sí, por muy extraño que parezca, los caracoles son muy, pero que muy cerveceros, aunque lo que realmente les atrae es su olor. De esta manera, los caracoles consumen la cerveza, se emborrachan y... el resto ya corre de su mano.
Como el principal objetivo de los caracoles son las lechugas, creamos una “barrera” de cerveza aprovechando unas botellas de plástico.



Otro problema con el que nos encontramos fue el temido “pulgón”, que estaba atacando nuestros fréjoles. Los pulgones son insectos que chupan la savia de las plantas, siendo habitual que se asocien con hormigas, ya que éstas se alimentan de la sustancia azucarada (melaza) que segrega el pulgón y éstos a cambio son protegidos de sus depredadores.

 De nuevo, buscando en Internet, encontramos más remedios caseros contra esta plaga. Como teníamos poco tiempo antes de que el pulgón se extendiese demasiado, escogimos una técnica de rápida aplicación: hacer una infusión de cebolla. Consiste en picar una cebolla entera de tamaño mediano por cada litro de agua, hervirla y dejarla enfriar, y luego se rocía las plantas con el líquido obtenido.


Para más información:
Aquí os dejamos otros remedios alternativos y ecológicos para combatir y prevenir el pulgón:

Otra tarea que teníamos pendiente era colocar unas varas de bambú que amablemente, Juan nos dio para el huertín. De esta manera, aunque los fréjoles crezcan, podrán enroscarse en las varas perpendicularmente.


Y, antes de terminar, queremos mostraros la evolución de nuestro huertín: ¡ya le han salido flores a los calabacines y están empezando a crecer! Y, los fréjoles, ¡también tienen flor!



 Esperamos vuestros consejos y comentarios, ¡un saludo!

miércoles, 17 de julio de 2013

¡Hola Nomo-cultores!

Lo prometido es deuda y, por fin, os desvelaremos qué ha sido lo siguiente que hemos plantado en nuestro huertín... (redoble de tambores)... ¡¡¡Lechugas y calabacines!!!


El pasado jueves (también fue un caluroso día) nos pusimos manos a la obra. Los semilleros fueron comprados en el mercado de los miércoles que se celebra en Piedras Blancas (http://www.mercadillosemanal.com/en.asturias/mercadillo-de-piedras-blancas). En un principio sólo íbamos a comprar una docena de lechugas, ¡pero la dueña del puesto nos regaló tres plantas de calabacín!


Por ello, nos quedamos sin espacio y el huertín sufrió una pequeña ampliación improvisada de unos pocos centímetros. Para ello seguimos el procedimiento con el que preparamos la tierra la primera vez, tal y como se muestra en la fotografía.



Después, ya nos pusimos manos a la obra con las plantitas. Primero, en el extremo opuesto a los frejoles, plantamos los tres calabacines (Cucurbita pepo) a una distancia considerable, teniendo en cuenta que cuando crezcan, los calabacines necesitarán espacio.


A continuación calculamos el espacio necesario para la docena de lechugas (Lactuca sativa) y, tras marcar el lugar donde irían, las plantamos con mucho cuidado, ya que sus raices, son pequeñas y frágiles:


Después, regamos ligeramente todas las plantas (como siempre, intentando no hacerlo sobre las hojas, para no dañar la planta) pues, a pesar de no ser buena hora para el riego, no queríamos esperar al día siguiente para hacerlo, así también favorece la integración de la planta en su nuevo “emplazamiento”.


Como podéis ver en la foto del resultado del huertín, ya hemos cambiado las varas de los fréjoles por unas más largas y... ¡de avellano! (¡gracias papi/suegri!). Lo siguiente que haremos será colocar unas ramas de bambú en perpendicular a las varas que ya están colocadas, ayudándonos de unas bridas para su correcta sujeción.


En el siguiente post... ¡os explicaremos una técnica ecológica muy original para proteger a las lechugas de los temidos caracoles! Os aseguramos que nunca habéis leído nada parecido.


¡Un saludo!

miércoles, 10 de julio de 2013

LA PRIMERA PLANTACIÓN


¡Hola Nomo-cultores!

La entrada del blog de hoy es muy, ¡pero que muy especial! ¡¡¡Hemos plantado en el huertín!!!
¿Sabéis de qué se trata simplemente con ver la foto? 

¡Son fréjoles (judías verdes “Phaseolus vulgaris” de la familia de las Leguminosas, para que nos entendamos)! Fueron comprados en la tienda especializada en jardín y caballos de Fernando, en Piedras Blancas (http://www.cylex-espana.es/piedrasblancas/maquinaria-agricola-fernando-11830109.html) .

Los fréjoles venían plantados en semilleros de media docena. Hay que tener cuidado cuando se sacan del “vasito” pues las raíces pueden romperse y “los vasitos” son de un plástico bastante frágil, por lo que hay que ser delicados.


Ahora, os contamos cómo los hemos plantado:
-En primer lugar, cavar un hoyo (no demasiado profundo) donde colocaremos nuestra planta, siempre limpiando y quitando las piedras que nos encontremos. Después, rellenamos los huecos con la tierra que habíamos sacado del hoyo, quedando la planta totalmente trasplantada en su nuevo espacio.
-A continuación, colocamos una vara sobre la que la planta del frejol crecerá, ¡hay que tener cuidado de no romper la raíz!. Como veis, nuestras varas eran muy cortas, pero ya las hemos sustituido por unas más largas, que os enseñaremos en el próximo post.
-Continuamos cavando más hoyos a una distancia abundante, para que al crecer, las plantas no se junten y sus raices tengan el espacio suficiente.
 


Luego, para ayudar a que la planta del fréjol se sujete a la vara, lo anudamos suavemente a ella con un hilo. Esto sólo debe hacerse al principio como guía pues, con el tiempo, la propia planta crecerá enroscada a la vara.



Por último, regamos bien el terreno, siempre cerca del suelo, para no dañar las hojas con la fuerza del agua. Os recordamos que las mejores horas para el riego son al amanecer y al atardecer, cuando menos calor hace.


En la próxima entrada del blog os contaremos qué será lo siguiente que hemos plantado, y os mostraremos la evolución de nuestros fréjoles, ¡aunque os adelantamos que crecen a una velocidad de vértigo! ¿Habéis plantado o tenéis plantado fréjoles? ¡Estamos esperando vuestros consejos!


Si queréis aprender más sobre el cultivo de fréjoles / judías verdes, os dejamos este link con mucha información: http://felixmaocho.wordpress.com/2009/12/10/huerto-familiar-%E2%80%93-cultivo-de-judias-de-enrame/

jueves, 4 de julio de 2013

PREPARAR LA TIERRA II

¡Hola Nomo-cultores!

El pasado sábado continuamos con la tarea de preparar la tierra de nuestro huertín. Fue una dura tarea, ¡sobre todo por el solazo que hacía!

A pesar de que teníamos pensado delimitar el huerto con unos listones de madera y añadir abono para contároslo en esta entrada, hemos tenido que posponerlo, ya que por falta de tiempo nuestras actividades en el huertín fueron modificadas, más adelante nos podremos con ello.

Las tareas que realizamos fueron simples:

En primer lugar, remover la tierra. En la fotografía puede apreciarse la diferencia entre la parte removida y la que no. Puede notarse como solamente la parte superior de tierra estaba seca, mientras que la humedad se conservaba en la capa inferior.




Es importante mantener la tierra limpia de piedras, y deshacer los terrones de tierra que forman bloques (con todo esto se favorece la correcta penetración del oxígeno y del agua). Se trata de una tarea que tiene que repetirse prácticamente todos los días que se trabaja en el huertín, sobre todo en el nuestro, pues se trata de un terreno en el que nunca se había cultivado.




De vez en cuando nos encontramos alguna lombriz (merucu en asturiano), y algunas de ellas las trasladamos a la compostadora, que os enseñamos en esta fotografía. Dentro de la compostadora, su labor es transformar los restos orgánicos en abono natural. Las compostadoras fueron repartidas a los participantes de la Campaña de Compostaje Doméstico de Cogersa.


Después, regamos la tierra antes de volver a repartirla uniformemente por el huertín (como ya es verano, es fácil que se levante un poco de polvo: para que eso no suceda se riega la tierra). Para terminar, añadimos una capa superior de hierba seca para que se transforme en abono, y regamos de nuevo (¡esta vez con la manguera!).
Esta técnica sirve a su vez para proteger la tierra, y se denomina acolchado: se extiende una capa de materiales de origen orgánico como los restos de la siega o la paja. Para más detalles, consultar el manual Huerto Urbano Ecológico, pag 19, (2011) del Ayto. de Madrid.


Las herramientas que utilizamos fueron las mismas que la vez anterior.

Y, con esto, ¡finalizamos nuestra mañana de trabajo!



¡En la próxima entrada os desvelaremos 
qué será lo primero que plantaremos en el huertín!